
El expresidente argumenta que la medida busca frenar el envío de fentanilo desde el gigante asiático. La propuesta genera tensiones comerciales y afecta los mercados financieros.
El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que pretende imponer un arancel del 10% a las importaciones provenientes de China a partir del 1 de febrero de 2025. Según Trump, esta medida responde a la supuesta responsabilidad de China en el tráfico de fentanilo hacia Estados Unidos, un problema que contribuye a la crisis de los opioides que afecta al país.
En un comunicado, Trump afirmó que la acción es “necesaria y urgente” para proteger a los estadounidenses, acusando a las autoridades chinas de no tomar medidas suficientes para detener el flujo de esta sustancia. Sin embargo, la propuesta ha generado reacciones adversas tanto en el ámbito diplomático como en los mercados financieros.
El anuncio provocó caídas en las bolsas de China y Hong Kong, además de una depreciación del yuan frente al dólar, mientras los analistas advierten que la medida podría intensificar las tensiones en las ya frágiles relaciones entre ambas potencias.
Por su parte, el Ministerio de Relaciones Exteriores de China expresó su rechazo, calificando la medida como contraproducente y afirmando que “una guerra comercial no beneficia a ninguna de las partes”. Además, reiteraron su disposición a mantener un diálogo constructivo para evitar un nuevo conflicto económico.
A pesar del impacto inicial, expertos consideran que la implementación de este arancel podría retrasarse, ya que Estados Unidos y China podrían utilizar el tiempo restante para negociar y evitar una escalada. Sin embargo, el panorama sigue siendo incierto, y cualquier movimiento en esta dirección podría tener repercusiones globales.
La amenaza de Trump pone nuevamente en jaque la relación comercial entre las dos economías más grandes del mundo, reavivando temores de una posible guerra comercial como la vivida durante su mandato previo.